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La delincuencia en viviendas y negocios ha evolucionado en los últimos años. Aunque muchos robos siguen siendo fruto de la oportunidad, como entrar en una vivienda vacía sin medidas de seguridad, los ladrones actuales emplean técnicas cada vez más sofisticadas. Ya no hablamos de forzar una cerradura o entrar por una ventana: hoy en día, los delincuentes usan herramientas específicas, llaves manipuladas o incluso tecnologías para acceder de forma silenciosa y rápida.

Tipos de robos en viviendas

Según confirman los datos del último informe del Observatorio de Securitas Direct, los robos en viviendas particulares suelen producirse cuando los propietarios están ausentes. Los métodos más comunes incluyen el uso de técnicas sencillas pero efectivas, aprovechando errores cotidianos como no cerrar con llave o dejar ventanas accesibles. Conozcámoslas.

Bumping: una técnica silenciosa y peligrosa

Muy habitual en pisos y apartamentos, el bumping consiste en usar una llave especialmente manipulada que logra hacer saltar los pistones de la cerradura al mismo tiempo. De este modo, la puerta se abre sin necesidad de forzarla, dejando pocas evidencias.

Impressioning: copiar tu llave sin que lo sepas

El ladrón introduce una lámina especial en la ranura de la cerradura para replicar la forma exacta de la llave. Posteriormente, crea una copia con la que podrá acceder sin dejar rastro de entrada forzada.

Escalo: trepar para robar

En viviendas bajas, chalets o pisos con acceso desde fachadas, los ladrones escalan muros o vallas para acceder por balcones, techos o ventanas. Una vez dentro, utilizan herramientas como la palanca o la pata de cabra.

Ganzúa y resbalón: cerraduras vulnerables

En muchos hogares, la cerradura no se refuerza adecuadamente. Esto permite el uso de ganzúas o técnicas como el resbalón, en la que se usa una tarjeta o plástico para empujar el pestillo si la llave no está echada.

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Tipos de robo en negocios

Los locales comerciales, oficinas y almacenes también son objetivo frecuente de asaltos, sobre todo durante la noche. En estos casos, los delincuentes suelen disponer de más tiempo o actuar con mayor violencia.

Butrón: entrar por donde nadie lo espera

El butrón es un método clásico en naves industriales, estancos u oficinas. Los ladrones perforan muros, suelos o puertas desde locales contiguos, escaleras o zonas comunes no vigiladas.

Asalto escaparatista: un golpe rápido

Consiste en romper el cristal del escaparate con un objeto contundente para llevarse la mercancía más accesible. Ocurre en segundos, sin necesidad de acceder físicamente al interior del negocio.

Robo con lanza térmica

Típico en locales con cajas fuertes, como gestorías o despachos de lotería. La lanza térmica derrite el material de la caja, alcanzando temperaturas de hasta 5.000 °C.

Método del sacacorchos

Frecuente en puertas de emergencia o accesos desde edificios colindantes. El ladrón extrae el bombín de la cerradura y abre la puerta con una herramienta tipo llave.

Alunizaje: velocidad y violencia

En el alunizaje, los ladrones estrellan un vehículo contra la fachada del negocio para romperla y acceder rápidamente. Suele darse en joyerías y tiendas de electrónica, donde el objetivo son productos de alto valor.

Seguridad del futuro: más que tecnología, una protección con rostro humano

Según estudios recientes realizados por Kantar y YouGov para Securitas Direct, el 54% de las personas no confía en sistemas de seguridad basados exclusivamente en inteligencia artificial. Es más, >solamente un 12% de las personas encuestadas confiaría en robots sin supervisión humana para proteger su vivienda. Sin embargo, las soluciones combinadas, que integren tecnología avanzada con respuesta humana, generan mucha más tranquilidad.

En concreto, las cerraduras inteligentes (39 %), los sistemas con aviso directo a emergencias (36 %) y las marcas especializadas con supervisión humana (32 %) son las opciones que más confianza generan. Y otro aspecto muy significativo, el 41% de los encuestados en España prefieren marcas especializadas en seguridad frente a alternativas genéricas.

Lo cierto es que, aunque los métodos de robo se han vuelto más sofisticados, también lo han hecho las soluciones de protección. La clave está en anticiparse: reforzar puntos vulnerables, contar con la supervisión de profesionales capacitados e instalar sistemas como alarmas para hogar o alarmas para negocios que ofrezcan la tranquilidad que todos necesitamos cuando no estamos.