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Seleccionar la caja fuerte más adecuada para las necesidades específicas de cada usuario no siempre es una tarea sencilla. Por un lado, en el mercado hay numerosos tipos entre los que elegir, y por otro, es importante sopesar qué es lo que se quiere proteger y cuáles son los peligros que se han de afrontar. 

Esta no es una tarea nueva ya que si echamos un vistazo a los albores de la historia, nos percatamos de que hace milenios que las cajas de seguridad se han venido utilizando para evitar que los amigos de lo ajeno se hicieran con cosas que no les pertenecían. No en vano, en las tumbas de los faraones egipcios había cajas fuertes primitivas que tenían como misión mantener los tesoros alejados de los ladrones. 

Eso sí, no fue hasta el siglo XIX cuando apareció la considerada primera caja fuerte moderna. Su inventor fue el francés Alexandre Fichet, quien no solo consiguió crear un mecanismo capaz de resistir todo tipo de elementos, sino que además patentó un nuevo tipo de cerradura que supuso una revolución en la protección. 

Cajas fuertes según el grado de seguridad

Después de este paseo por la historia volvemos a la actualidad para repasar los tipos de cajas fuertes para casa que se pueden adquirir en el mercado. En este sentido, hay que apuntar que los podemos diferenciar teniendo en cuenta diversos criterios. Y el primero de ellos es el grado de seguridad, el cual, como su propia denominación indica, se encarga de señalar cuál es el nivel de resistencia que ofrecen contra intentos de manipulación y acceso no autorizados. En primer lugar se pueden dividir en:

  • Grado S1

    Las cajas fuertes de grado S1 ofrecen una protección básica contra intentos de robo. Por lo tanto, son adecuadas para la protección de objetos y documentos de valor moderado, de manera que se pueden recomendar en entornos domésticos donde el riesgo de robo no es grande.

  • Grado S2

    Con un nivel de seguridad superior al anterior, las cajas fuertes de grado S2 proporcionan una protección más robusta.

No obstante, lo más adecuado es referirse a los niveles de seguridad que marcan las normas UNE-EN 1143-1, las cuales se encargan de establecer tanto los requisitos, como el método de ensayo para constatar la resistencia al robo de las cajas fuertes y de otros elementos de seguridad como las cámaras y las puertas acorazadas. Dicho esto, las cajas fuertes según el grado de seguridad son las siguientes.

  • Grado 0

    Ofrece una seguridad básica contra ataques sencillos y poco especializados, equiparándose con las anteriormente mencionadas. Algunas de las cajas de seguridad que hay en los hogares son de este tipo.

  • Grado I:

    Proporciona una protección estándar contra intentos de apertura más avanzados, como el uso de herramientas manuales y eléctricas. Si se desea un nivel de seguridad adecuado, es recomendable que la caja de seguridad que se elija, tenga al menos el nivel I.

  • Grado II:

    Como cabe esperar, estos modelos ofrecen una seguridad mejorada en comparación con los anteriores teniendo un objetivo similar, ya que suelen emplearse en domicilios y negocios. Por lo tanto, si se cuenta con pertenencias de mayor valor, será más adecuado optar por su instalación.

  • Grado III:

    Las cajas fuertes de grado IIIson cajas que proporcionan una protección alta contra ataques sofisticados. Fabricadas con materiales como acero, hormigón y fibra de vidrio, son muy útiles para guardar a buen recaudo todo tipo de objetos sensibles o valiosos sin miedo a que nadie pueda acceder a ellos.

  • Grado IV:

    Los niveles superiores al III no son muy comunes en los hogares, ya que están preparados para negocios muy concretos. En el caso del grado IV, estamos hablando de cajas de seguridad especialmente indicadas para joyerías, administraciones de lotería o bancos, por poner algunos ejemplos.

  • Grados V y VI

    Al igual que en el caso anterior, hablamos de niveles de seguridad máxima con medidas muy sofisticadas que no suelen estar presentes en las casas particulares –puede haber excepciones, claro está–.

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Cajas fuertes según el tipo de cierre

Otro modo de seleccionar las cajas de seguridad para las casas pasa por fijarse en el tipo de cierre, un elemento crucial para determinar su accesibilidad y seguridad. A continuación apuntamos los más comunes.

  • Cierre con cerradura

    El cierre con cerradura es el método tradicional que utiliza una llave para acceder a la caja fuerte. Aunque es una opción segura, la gestión de llaves puede ser un inconveniente y la pérdida de las mismas da lugar a complicaciones.

  • Cierre con combinación mecánica

    Las cajas fuertes con combinación mecánica utilizan un dial o rueda para introducir un código numérico predeterminado, tal y como se ha visto cientos de veces en las películas. Este método ofrece una seguridad considerable, pero puede requerir más tiempo para acceder en comparación con sistemas electrónicos.

  • Cierre con combinación electrónica

    La evolución en las medidas de seguridad es constante y eso mismo se ve reflejado en el diseño de las cajas fuertes. Así, uno de los cierres más habituales en la actualidad es el que requiere la introducción de un código numérico en un teclado electrónico, aunque para aumentar la protección, suele combinarse con otro método más. De este modo, se requiere la apertura de dos factores que dificultan la tarea de los delincuentes.

  • Cierre biométrico

    Ese segundo factor al que acabamos de referirnos suele ser biométrico. Y es que las cajas fuertes cada vez emplean más cierres mediante huellas dactilares, reconocimiento facial o escaneo de retina. De esta manera resulta aún más complicado el acceso. Y aunque en el cine hayamos visto que los protagonistas de turno son capaces de sortearlos, resulta sumamente complicado.

Cajas fuertes según su instalación

La siguiente clasificación de cajas fuertes se basa en el tipo de instalación y para ello el usuario debe tener en cuenta las características de su hogar, además de sus propias preferencias.

  • Cajas camufladas

    Como se puede adivinar, las cajas fuertes camufladas se integran hábilmente en el entorno doméstico, “disfrazándose” como objetos cotidianos. Esta opción proporciona un nivel adicional de discreción y seguridad.

  • Cajas empotradas

    Las cajas empotradas se instalan directamente en las paredes o en el suelo, ofreciendo una solución discreta y estéticamente atractiva, ya que no modifican la decoración.

  • Cajas ignífugas

    Las cajas fuertes ignífugas están diseñadas para proteger su contenido contra el fuego. Estos modelos están equipados con materiales resistentes al calor y proporcionan una total protección para documentos importantes y objetos valiosos en caso de incendio.

¿Cuándo es necesario instalar una caja fuerte en casa?

Responder a esta pregunta es complicado porque cada usuario considera que necesita un mayor o un menor nivel de protección. En este sentido, algunas situaciones que requieren de la presencia de una caja fuerte incluyen la posesión de objetos de valor como joyas, documentos legales, una significativa cantidad de dinero en efectivo o dispositivos electrónicos costosos. Lo mismo ocurre con los teletrabajadores que almacenan información confidencial de una empresa.

Claves a tener en cuenta al elegir la caja fuerte de tu casa. ¿Es necesario que esté homologada?

Para finalizar, hay que apuntar que al seleccionar una caja fuerte para el hogar resulta recomendable considerar varios aspectos con el fin de adaptarse a las necesidades y expectativas de cada usuario: nivel de seguridad, colocación, tipo de cierre, instalación profesional… Asimismo, la homologación de una caja fuerte garantiza que cumple con estándares de seguridad específicos.