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En los últimos tiempos el fenómeno de la okupación cada vez preocupa a más personas, que temen que algún okupa se cuele en su propiedad y no puedan acceder a ella durante mucho tiempo. Es más, hay quienes se preguntan si pueden ocupar su casa si se van de vacaciones. La respuesta es afirmativa, pero en este caso las dificultades para que los intrusos la abandonen es menor que cuando se trata de un inmueble que no sea la vivienda habitual.

¿Qué es el allanamiento de morada?

Obviamente, pueden ocupar mi casa si me voy de vacaciones, del mismo modo que pueden entrar a robar, ya que no hay nadie en el interior. Sin embargo, se trata de una práctica menos habitual, dado que los okupas se pueden enfrentar a castigos mayores. La razón es que no estarán llevando a cabo una usurpación, sino un allanamiento de morada.

Cabe señalar que en el código penal no hay ningún delito que se denomine okupación (u ocupación), sino que hay que remitirse a dos situaciones muy diferentes: la usurpación y el allanamiento de morada. 

Este último es más grave, puesto que supone atentar contra la inviolabilidad del domicilio (ya sea la primera o la segunda vivienda) y contra la intimidad personal y familiar. Sin embargo, en el de usurpación únicamente se atenta contra el derecho de propiedad. 

Al conllevar una mayor gravedad, el allanamiento también lleva asociadas mayores sanciones. Así lo recoge el artículo 202 del Código Penal: “El particular que, sin habitar en ella, entrare en morada ajena o se mantuviere en la misma contra la voluntad de su morador, será castigado con la pena de prisión de seis meses a dos años”.

Conscientes de esta circunstancia, los okupas suelen buscar inmuebles que no sean la residencia habitual de nadie, para así no encontrarse con dificultades mayores. Esto no quiere decir que no exista riesgo en que ocupen una casa mientras el dueño está de vacaciones. De hecho, si se diera esa situación, el propietario debe tener muy claro cómo ha de actuar.

¿Qué hacer si me voy de vacaciones y me ocupan la casa?

Lo más importante cuando ocupan tu vivienda mientras te encuentras de vacaciones es actuar lo más rápido posible, concretamente en las primeras 24 o 48 horas. De ese modo, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado accederán al domicilio para desalojarlo, una vez que hayas puesto la denuncia correspondiente.

Concretamente, esto es lo que debes hacer en caso de haber sido víctima de una okupación en tu vivienda habitual:

  • Acudir a la Policía para poner una denuncia, señalando en todo momento que se han apropiado de tu morada habitual. De este modo, los okupas estarían vulnerando los derechos a la intimidad personal y familiar y a la inviolabilidad del domicilio.
  • Reclamar la vivienda por vía civil o por vía penal. En la primera se reclama especialmente el derecho a la propiedad (solicitando una indemnización por daños y perjuicios), y en la segunda se denuncia un atentado contra los citados derechos fundamentales. 

Dado que los tiempos de reacción son claves, cuando te marches de viaje no solo es recomendable tomar todas las medidas de seguridad posibles, sino también avisar a alguien de confianza para que, de vez en cuando, eche un vistazo y se asegure de que todo va bien.

La seguridad, tanto en el hogar como en los negocios, es un aspecto que siempre ha de ser tenido en cuenta sean cuales sean las circunstancias, y por ello es importante valorar las distintas ofertas en alarmas disponibles.

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Soluciones para prevenir la okupación en vacaciones

Aunque recuperar una vivienda habitual es más sencillo que cualquier otro tipo de inmueble, no cabe duda de que provocará una situación complicada que terminará arruinando las vacaciones. Por ello, conviene tomar precauciones enfocadas a que no puedan ocupar mi casa si me voy de vacaciones. Entre las más efectivas hay que mencionar las siguientes:

  • Informar a vecinos y otras personas de confianza para que estén alerta ante cualquier actividad sospechosa en la propiedad.
  • No publicar en redes sociales. No es necesario compartir los planes de viaje y su duración pues se trata de una información muy útil para personas con malas intenciones.

Instalar una alarma. No cabe duda de que la medida más eficaz es la instalación de un sistema de alarma que no solo avise al propietario de cualquier intento de intrusión –ya sea okupación, robo u otro delito–, sino que además disuada a los posibles okupas de no entrar en la vivienda, pues las autoridades no tardarán en acudir. Es precisamente la inmediatez de la reacción la que juega en contra de quienes tratan de okupar una vivienda, pues su modus operandi pasa por cambiar la cerradura. Y con una alarma antiokupas, que está conectada a una CRA (Central Receptora de Alarmas), el aviso a las fuerzas de seguridad es casi instantáneo, lo que dificulta a los okupas perpetrar su delito de allanamiento de morada. Además, el sistema toma imágenes de los intrusos, lo que ayuda a demostrar cómo y cuándo intentaron acceder al inmueble.

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