Calcula online*
o si lo prefieres te llamamos gratis

¿Cuál es la diferencia entre seguridad activa y pasiva? La mayoría de personas, a la hora de contratar un sistema de alarma para su casa, se hacen esta pregunta. Por ello, aquí trataremos de darle respuesta con la mayor claridad posible.

¿Qué es la seguridad activa?

La seguridad pasiva es el conjunto de medidas tomadas con el propósito directo de minimizar el riesgo de robo o allanamiento dentro de una vivienda o local comercial. Hay un ejemplo muy evidente que nos puede ayudar a comprenderlo mejor. Hablamos, cómo no, de la instalación de una puerta acorazada y de una cerradura anti bumping. Sin embargo, hay otros muchos que expondremos un poco más adelante.

¿Qué es la seguridad pasiva?

En cambio, la seguridad pasiva es aquel conjunto de medidas puestas en práctica con el propósito de minimizar el daño originado por el intento de robo o allanamiento. También aquellas que tienen el objetivo de identificar a los intrusos para su localización, detención y puesta a disposición judicial. Sería el caso, por ejemplo, de una sirena o de una cámara de seguridad.

Ahora con instalación incluida

¿Seguridad activa y pasiva en qué se diferencian?

Tras lo dicho anteriormente, la diferencia entre seguridad activa y pasiva salta a la vista. Mientras que la seguridad activa está destinada a reducir las posibilidades de que una intrusión suceda, la seguridad pasiva tiene el propósito de minimizar sus efectos si llega a producirse.

Por tanto, es evidente que, puesto que no hay ningún sistema capaz de garantizar al 100 % que no va a suceder una acción delictiva de estas características, podemos decir que la seguridad activa y pasiva son complementarias. De hecho, al sumar las medidas asociadas a cada una de ellas, es posible definir planes de protección integral que reduzcan todavía más el riesgo. Esto es exactamente lo que hacen las empresas de seguridad y alarmas.

Sistemas de seguridad activa

Antes hemos citado como ejemplo de seguridad activa una puerta acorazada con una cerradura anti bumping. Sin embargo, podemos citar muchos otros:

  • Cajas fuertes: están destinadas a proteger documentos valiosos, joyas y dinero en efectivo. Tienen cerraduras de alta seguridad y son resistentes al fuego, de modo que es prácticamente imposible abrirlas sin la llave o la combinación alfanumérica de la cerradura.
  • Cerramientos: más allá de la puerta de acceso a la vivienda o local comercial, es posible instalar rejas frente a las ventanas, vallas que cerquen el perímetro del jardín y cristales blindados. También es posible colocar sistemas antiescalada.
  • Señales y avisos: como son, por ejemplo, los carteles que indican que el inmueble está protegido mediante una alarma. Está demostrado que tienen un gran efecto disuasorio. Lo mismo sucede cuando las cámaras de seguridad se colocan en un lugar visible.
  • Simulación de presencia: por ejemplo, programar las luces de nuestra vivienda para que se enciendan a determinadas horas durante la noche y parezca que no nos hemos ido de vacaciones.

Sistemas de seguridad pasiva

De igual modo, también queremos explicar cuáles son los principales sistemas de seguridad pasiva que podemos usar para minimizar el daño generado por la intrusión si las medidas de seguridad activa no son suficientes:

  • Cámaras de seguridad: sin duda, son los elementos más útiles a la hora de identificar a los intrusos para, posteriormente, encontrarlos y detenerlos. Para ello, es indispensable que cuenten con sistemas de visión nocturna y que ofrezcan imágenes de alta resolución. También facilitan la puesta de las denuncias y el cobro de las indemnizaciones de los seguros. Pueden estar a la vista o quedar ocultas.
  • Sirenas acústicas: empiezan a sonar cuando se superan los elementos de seguridad activa. Esto alerta al resto de los vecinos, que pueden avisar a las autoridades. Con esto se consigue reducir el tiempo que el ladrón necesita para actuar y hacerse con el botín.
  • Sensores: de movimiento, de vibración, de inhibición de frecuencias… Existe una gran variedad. Una vez que se activan por cualquier razón, ponen en funcionamiento el resto de sistemas de seguridad pasiva.
  • Niebla de seguridad: se trata de emisores de humo. Una vez que el sistema detecta que el intruso ha entrado en el inmueble, se activan y le obligan a salir. Provocan dificultad para respirar e impiden la visión.
  • Agentes de seguridad: la mayoría de compañías de seguridad que ofrecen sistemas de alarmas cuentan con un equipo de vigilantes. Cuando una alarma se activa, envían a uno de ellos a la mayor brevedad para comprobar lo que está sucediendo realmente.
  • Contratación de seguros: a través de ellos es posible asegurar el inmueble y los bienes guardados en él. Así, si se produce un robo, abonará al usuario una compensación económica que palie los daños.

¿Cómo saber qué sistema de seguridad elegir?

Esto depende, fundamentalmente, de las características del inmueble que queramos proteger. Como resulta obvio, no es lo mismo un apartamento ubicado en una comunidad de propietarios que una casa rural o un almacén. Por ello, para determinar los más adecuados en cada caso, siempre es conveniente pedir asesoramiento a una empresa especializada como Securitas Direct. Nuestros profesionales se encargarán de realizar un estudio y de instalar los elementos que más minimicen el riesgo de robo o allanamiento.

En definitiva, ya sabemos cuál es la diferencia entre seguridad activa y pasiva. Salta a la vista que, para proteger eficazmente cualquier inmueble, es necesario combinar los elementos propios de ambas. Te animamos a hacerlo para cuidar de la mejor forma posible de tus bienes y de tus seres queridos.