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Además de tener una puerta debidamente reforzada, contar con una cerradura adecuada es fundamental si lo que se busca es alcanzar un nivel de seguridad óptimo, tanto en el hogar como en un negocio. Actualmente, en el mercado existen muy diversos tipos de cerraduras, cada uno de ellos con sus propias ventajas y desventajas, lo que les hace adecuadas para diferentes funciones. Además, como cabe esperar, no todas ofrecen la misma calidad, incluso perteneciendo a la misma tipología, por lo que siempre es recomendable dejarse asesorar por un experto. 

En Securitas Direct te mostramos cuáles son los más habituales y te explicamos su funcionamiento, tanto en puertas exteriores, como en interiores y en puertas de garaje.

Tipos de cerraduras para puertas exteriores

Si bien es cierto que una cerradura puede utilizarse en una puerta interior y en una exterior, lo cierto es que en estas últimas es necesaria una mayor seguridad, por lo que se pueden combinar con alarmas para hogar, de esta manera la protección es mayor. En cuanto a los tipos de cerraduras para puertas exteriores, hay que mencionar los siguientes: 

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    • Cerraduras de doble paleta. También denominadas cerraduras de gorjas, son las más tradicionales. Se abren mediante llaves que tienen en su extremo un par de paletas dentadas, colocadas en una forma similar a las alas de una mariposa. Estas paletas se encajan en unas placas internas de la cerradura para permitir que giren y, así abrir o cerrar la puerta. Hoy en día no se recomiendan, ya que pueden ser burladas con relativa facilidad mediante la denominada “ganzúa búlgara”, muy extendida entre los ladrones. Además, al tratarse de llaves tan grandes, no son cómodas para el usuario.
    • Cerraduras multipunto. En este caso estamos hablando de uno de los tipos de cerradura más seguros que se pueden encontrar hoy en día. Cuentan con un sistema de cierre mediante anclajes situados en distintos puntos de la puerta, lo cual hace que sean mucho más difíciles de forzar aplicando fuerza. Además, incluyen en su interior un conjunto de palancas que obstaculizan la posible manipulación de los mecanismos. Las cerraduras multipunto son las que suelen instalarse en puertas de seguridad o blindadas, ya que, en ocasiones disponen también de una barra que recorre la puerta en vertical.
    • Cerraduras de cilindros, denominadas también cerraduras de perfil europeo. Se trata de uno de los tipos más frecuentes que se pueden encontrar en la actualidad. Constan de un bombín de pera con un cilindro con surcos en el que se encaja una llave dentada que puede tener multitud de perfiles diferentes –lo cual hace que sean más difíciles de duplicar–. Son más seguras que las cerraduras de doble paleta, puesto que son más complicadas de burlar. Eso sí, la mayoría de las cerraduras de cilindros son vulnerables a la técnica del “bumping”, lo que ha llevado a los fabricantes a crear modelos reforzados para evitar esta técnica de robo –una de las más extendidas entre los ladrones–.
    • Cerraduras empotradas. Como su propia denominación indica, son cerraduras que se encuentran en el interior de la puerta, dejando a la vista únicamente el hueco por el que entra la llave. En la actualidad se encuentran entre las más utilizadas del mercado, ya que su nivel de seguridad es elevado y ofrecen un buen resultado. Cabe destacar que se pueden instalar tanto en puertas de madera como de metal.

    Además de estas cerraduras, están adquiriendo cada vez mayor relevancia las cerraduras digitales, las cuales se han venido empleando en las puertas de comercios, en establecimientos hoteleros y en garajes. Por esa razón, se incluyen en los siguientes apartados. 

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Tipos de cerraduras para puertas interiores

En las puertas interiores hay ocasiones en las que se requiere una seguridad extra. Por regla general, todas las cerraduras anteriores se pueden utilizar igualmente, pero suele optarse por métodos más sencillos y, por lo tanto, más económicos.

  • Cerraduras de sobreponer. Este tipo de cerradura era muy habitual en las puertas exteriores, sin embargo, debido a su menor seguridad se ha descartado para este uso. Tienen sus elementos (o parte de ellos) al descubierto, adheridos a la parte exterior de la puerta, por lo que pueden ser forzadas de manera relativamente sencilla, aplicando fuerza hasta desacoplarlas o manipulándolas desde la parte descubierta del mecanismo. Como acabamos de apuntar, en la actualidad se suelen emplear como medios de seguridad adicionales, acompañados de otro tipo de cerraduras.
  • Cerraduras pomo. Presentes en un gran número de hogares, sirven para mantener cerrados armarios, patios o cuartos de baño, entre otras estancias. Cada vez son más seguras, sin embargo, resultan sencillas de manipular, ya que es el pomo el que alberga el sistema de bloqueo.

Tipos de cerraduras para puertas de garaje

Las cerraduras que se emplean en las puertas de garaje tienen unas características diferentes, dado que en la mayor parte de las ocasiones se accionan con un mando a distancia. Además, suelen estar a la intemperie, con lo que han de ser resistentes. En cuanto a los tipos más comunes, hemos de señalar los siguientes: 

  • Cerraduras electrónicas. Como ya hemos apuntado, su uso cada vez es más común para todo tipo de puertas. Se caracterizan por abandonar la llave tradicional en favor de otro tipo de sistemas electrónicos. Existen varios tipos: con código de seguridad, de apertura, con tarjeta (muy habituales en los hoteles), con tecnología NFC o incluso otras mucho más sofisticadas basadas en parámetros biométricos (huellas dactilares, escáneres de retina…).
  • Cerraduras para portones deslizantes. Se abren con llave y tienen un funcionamiento tradicional, ya que este tipo de portones se deslizan sobre una barra metálica.
  • Cerraduras con agarradera en forma de T. Cuando la puerta del garaje es basculante existe la opción de tener que abrirla manualmente, de ahí la forma de este modelo. Suelen ser resistentes y muy seguras.

Como cabe esperar, hay otras muchas opciones para abrir o cerrar el portón del garaje, aunque todas ellas suelen ser eléctricas o electrónicas, de manera que el conductor las puede abrir a distancia o introduciendo una llave de plástico en un elemento alejado de la propia puerta.

Tipos de cerraduras antiguas: ¿son seguras?

Para responder a esta pregunta solo hay que remitirse a las actividades delictivas de los ladrones. Es posible que una cerradura haya sido resistente y en su día fuera la mejor del mercado. Es más, quizás sigue funcionando a la perfección. Pero no hay que olvidar que los delincuentes innovan constantemente en el modo de colarse en un hogar o negocio para perpetrar un robo. 

Por lo tanto, aunque creamos que una cerradura antigua es segura, lo más probable es que resulte sencilla de manipular para un ladrón experimentado. Así pues, conviene renovar cada cierto tiempo las cerraduras de los inmuebles que queramos proteger. Por otro lado, también es interesante combinar una buena cerradura con un sistema de seguridad efectivo, como acompañarlo con detectores de apertura de puertas o ventanas. De esta manera, cada vez que se produzca una intrusión, se mandará una señal a la CRA.