Como su propio nombre indica, una alarma antirrobo es un sistema de seguridad creado para detectar cualquier intento de intrusión o robo en una propiedad. De hecho, estas alarmas están diseñadas para disuadir a los intrusos y alertar tanto a los propietarios como a las empresas especializadas en seguridad en caso de actividad sospechosa.
No obstante, aunque sean elementos disuasorios, lo más destacado es su capacidad para reaccionar ante amenazas reales, características que las convierten en elementos esenciales para conseguir una mejor protección de hogares y negocios.
¿Cuáles son los principales tipos de alarmas antirrobo?
Una vez apuntado qué es una alarma antirrobo, es el momento de hablar de los diferentes tipos de alarmas que podemos encontrar en el mercado. En este punto cabe señalar que se pueden dividir de acuerdo con diversos aspectos que comentamos a continuación:
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Tipos de alarma antirrobo según su conexión
- Alarmas cableadas. Como se puede adivinar, estos sistemas emplean cables para conectar todos los componentes, desde los sensores de puertas y ventanas, hasta los detectores de movimiento y los paneles de control. Su principal ventaja es la estabilidad que proporcionan, así como el ancho de banda.
- Alarmas Inalámbricas. Utilizan tecnología de radiofrecuencia para llevar a cabo las comunicaciones entre los elementos que componen el sistema. Como principales beneficios encontramos su flexibilidad, la sencillez en la instalación y la opción de llegar a un área mayor.
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Tipos de alarma antirrobo según su monitorización
- Alarmas conectadas a una empresa de seguridad. Otra tipología diferente de alarmas es la diferenciación entre las que están gestionadas por una empresa de seguridad y las que no. Respecto a las primeras, están conectadas las 24 horas del día todos los días del año, de modo que, en caso de activación, un especialista recibe una señal de alerta y puede tomar medidas al instante, como es el caso de notificar una intrusión a las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado o cualquier otro problema al propietario de la vivienda o el local. Como se puede deducir, este tipo de alarmas son más rápidas y efectivas que las que no se encuentran monitorizadas.
- Alarmas no monitorizadas. Estos sistemas no tienen detrás ninguna empresa especialista en seguridad. Por lo tanto, cuando detectan una intrusión y se activan, la respuesta será menos efectiva. En ocasiones avisan a los propietarios a través de aplicaciones instaladas en el teléfono móvil, aunque también puede darse el caso de que únicamente se trate de una alarma sonora que solo ponga en alerta a quienes la escuchen en ese momento, con el objetivo de que avisen a las autoridades.
Además de estas dos tipologías, podemos dividir a las alarmas por el cometido que tienen, es decir, por el público al que están dirigidas. Y en este caso lo más habitual es hablar de alarmas para el hogar y alarmas para los negocios, dado que son dos ámbitos que tienen diferencias muy acusadas.
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Componentes de una alarma antirrobo
Una de las principales características de las alarmas antirrobo es que están compuestas por diversos componentes que interaccionan entre sí para ofrecer la mayor protección posible. En el mercado hay sistemas muy diversos con más o menos funcionalidades, por lo que los componentes tienden a variar. A continuación apuntamos los más habituales y qué objetivo tienen:
- Sensores. Situados habitualmente en las puertas y las ventanas, los sensores son clave para el correcto funcionamiento de una alarma. No en vano, sin ellos no sería posible detectar intrusiones capaces de burlar a las cámaras de seguridad. Estos sensores detectan la apertura o el cierre no permitido de dichas puertas y ventanas.
- Detectores de movimiento. Similares a los anteriores en su función, emplean tecnologías cada vez más sofisticadas para detectar movimientos sospechosos.
- Panel de control. Otro elemento habitual en un sistema de alarma es el panel de control desde el que se gestiona el funcionamiento. Estos paneles se gestionan desde una pantalla instalada en el hogar o el negocio, aunque en la actualidad cada vez es más habitual controlar el sistema desde aplicaciones móviles que permiten a los usuarios activar y desactivar la alarma desde cualquier lugar y en cualquier momento.
- Sirenas. El elemento más habitual para avisar de que se está produciendo una intrusión es la alarma sonora. Estas alertas auditivas se activan con el objetivo de avisar y de disuadir al intruso de que debe marcharse porque ha sido descubierto.
- Cámaras. Aunque no todas las alarmas antirrobo incluyen cámaras, es muy común optar por sistemas integrados que ofrecen vigilancia visual. Las cámaras pueden ser accesibles en tiempo real y tienen la opción de realizar grabaciones para su revisión posterior. De hecho, son un elemento clave de cara a comprobar al momento si se trata de una falsa alarma o si, por el contrario, se ha colado alguien en el inmueble.
¿Cómo funciona la alarma antirrobo?
El funcionamiento de una alarma antirrobo implica la interacción coordinada de sus componentes. Cuando el sistema está activo, los sensores, detectores y cámaras vigilan constantemente la propiedad. En caso de que detecten un movimiento o una entrada no autorizada, se activa la alarma.
En los sistemas monitorizados, la señal de alarma se envía a la empresa de seguridad, que evalúa la situación y toma las medidas más adecuadas.
¿Qué alcance tiene una alarma antirrobo?
Después de lo expuesto, podemos deducir que el alcance de una alarma antirrobo varía según el tipo de sistema y los componentes utilizados. Ya hemos apuntado que las alarmas conectadas a una empresa de seguridad pueden ofrecer una respuesta rápida y la posibilidad de intervención policial inmediata.
Asimismo, el alcance también está relacionado con la capacidad de detección. Los sistemas con una mayor cantidad de sensores y dispositivos suelen tener un alcance más amplio y, como consecuencia, tienden a ser más efectivos en la protección de grandes propiedades o áreas complejas.
¿Cómo se activa la alarma antirrobo?
En el momento en que el sistema de alarma queda activado, sus componentes comienzan a vigilar. Cuando se detecta una intrusión, se activa la alarma, la cual puede avisar a la empresa especializada, al propietario o simplemente a quienes se encuentren cerca. A partir de ese instante es el momento de la reacción a dicha activación.
