Los simulacros de incendio son el método más práctico para conocer el procedimiento que se ha de seguir en un recinto en caso de que sea necesario evacuarlo debido a un fuego. Son muy habituales, especialmente en las empresas, y se recomienda realizarlos periódicamente (al menos una vez al año) para que todo el personal sepa claramente cómo actuar en una situación de estas características.
Qué hacer en cada fase
de un simulacro de incendios
Un simulacro de incendios se divide principalmente en tres partes bien diferenciadas, en las que siempre habrá uno o varios coordinadores que se encargarán tanto de preparar la acción, como de supervisarla y de evaluarla.
- Preparación
En esta fase inicial, se designarán a los responsables de coordinar todo el proceso, que tendrán que verificar que todo está preparado y que no hay impedimentos que puedan dificultar su correcto desarrollo. Comprobarán que las salidas estén claramente señalizadas, que no haya elementos bloqueándolas, que las sirenas de alarma funcionan correctamente…
Además, se informará a todos los participantes de la fecha y de la hora en la que se llevará a cabo la evacuación y se les explicará el procedimiento que han de seguir (qué salidas tomar, cómo comportarse…). También se fijará un punto de encuentro al que se debe acudir una vez abandonado el inmueble.
Dependiendo del volumen de gente desplazada durante el simulacro, también puede ser necesario avisar a las autoridades para que estén al tanto de que se va a llevar a cabo.
- Simulacro
En esta fase es en la que se desarrolla el simulacro de incendios propiamente dicho. Las alarmas sonarán y el recinto deberá ser evacuado por las vías e itinerarios habilitados para tal efecto.
En estos casos, es fundamental que todo funcione de la forma más rápida y ordenada posible. Es importante abandonar el lugar sin prisas, pero sin pausas. No es necesario correr, pero tampoco se deben generar “atascos” que puedan ralentizar el proceso. En este mismo sentido, tampoco se debe perder tiempo recogiendo enseres u objetos de valor: una vez que suena la alarma, se debe salir sin demora.
También es importante tener en cuenta que durante un incendio nunca se han de utilizar los ascensores, por lo que, durante un simulacro, tampoco se debe recurrir a ellos.
Una vez que todos los participantes lleguen al punto de encuentro acordado, se anotará el tiempo total que ha durado la evacuación y se realizará un recuento para comprobar que no falta nadie y que todo ha salido correctamente.
- Evaluación de resultados
En esta última fase se evaluarán los resultados y se identificarán todos los puntos susceptibles de mejora. Los coordinadores del simulacro deben observar su desarrollo y tomar nota de cualquier posible fallo que adviertan para tratar de buscar una solución para subsanarlo y optimizar el proceso.
¿El tiempo que ha llevado la evacuación ha sido el adecuado? ¿Todo ha fluido de forma ordenada? ¿Se ha producido algún incidente? Son algunas de las preguntas que se deben realizar.