La seguridad en una empresa es un elemento esencial para salvaguardar su presente y garantizar su futuro. Si no cuenta con los elementos necesarios para proteger sus activos y a sus empleados y clientes, su funcionamiento no será el adecuado, especialmente en los entornos híbridos en los que se mueve el mercado en la actualidad; donde la parte digital casi se iguala a la física.
¿Qué es la seguridad en una empresa?
Cuando hablamos de la seguridad en una empresa nos referimos a la protección de todos los recursos y activos que resultan esenciales para la continuidad del negocio. Esto incluye tanto los activos físicos, como las instalaciones y los equipos que albergan. Y eso no es todo. No podemos olvidar los activos digitales (información confidencial, sistemas informáticos, página web, aplicaciones en la nube…).
Por supuesto, la seguridad en una empresa también involucra la protección de las personas que trabajan en ella, de quienes hay que asegurar tanto su bienestar físico como emocional. Por lo tanto, este concepto abarca numerosos aspectos que deben tenerse en cuenta a la hora de planificar la estrategia más adecuada. No en vano, un negocio debe protegerse frente a robos, desastres como incendios, fraudes, ciberataques y cualquier riesgo laboral al que se enfrenten los empleados.
Tal amalgama de frentes provoca que sea más recomendable adoptar un enfoque integral con respecto a la estrategia de seguridad.
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¿Qué seguridad debe tener una empresa?
Responder a esta pregunta es complicado por el simple hecho de que hay empresas de todo tipo y condición. No es lo mismo planear la seguridad de un hipermercado que de una tienda online. Así pues, la seguridad en una empresa varía según su tamaño, su sector, su ubicación y su propia naturaleza. No obstante, hay algunos puntos que son fundamentales en la mayoría de los casos:
Seguridad física
No cabe duda de que cuando hablamos de seguridad en la empresa lo primero que suele venirnos a la cabeza son las medidas que se toman para proteger las instalaciones y lo que hay en su interior. Para ello es posible contar con sistemas de alarma, sistemas de acceso restringido, cámaras de vigilancia, alarmas contra incendios, procedimientos de evacuación en caso de que se produzca una catástrofe, etc. En este sentido, es muy importante capacitar al personal y, sobre todo, concienciar a los trabajadores para que se cumplan las normas establecidas.
Seguridad laboral
La protección de los empleados se ha convertido en un tema esencial en la gestión empresarial. Garantizar un ambiente de trabajo seguro y saludable no solo es beneficioso para ellos, sino también para el propio negocio, pues los trabajadores estarán más satisfechos y serán más eficientes. La seguridad laboral requiere contar con los equipos de protección adecuados y promover una cultura de prevención de accidentes.
Seguridad de la información
Los empresarios deben tener presente que la protección de la información es crítica. Para lograr este objetivo han de implementar políticas de seguridad capaces de mantener alejados a los delincuentes y preparadas para cualquier contingencia. Tecnologías como la encriptación de datos, la gestión de contraseñas y accesos privilegiados, o los diversos niveles de autenticación son herramientas habituales en este campo.
Seguridad en el entorno digital
Relacionada con el punto anterior, hallamos la seguridad ante las amenazas que provienen desde el mundo digital –también llamadas ciberamenazas–. Los malhechores no cesan en su empeño de encontrar brechas de seguridad en los sistemas de una empresa, con lo que es un aspecto al que se debe otorgar la enorme importancia que tiene, pues de lo contrario, el futuro del negocio puede irse al traste.
Seguridad financiera
Por otra parte, es conveniente establecer controles internos que eviten fraudes financieros y malversación de fondos.
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¿Por qué es importante la seguridad en una empresa?
Son muchas las razones que se pueden esgrimir para demostrar lo importante que es la seguridad en una empresa. A continuación apuntamos algunas de ellas:
- Protección de activos. Como cabe esperar, en los negocios se toman medidas de seguridad para proteger los activos: desde sus bienes físicos, hasta los datos, la propiedad intelectual e incluso la reputación. Una brecha de seguridad podría provocar cuantiosas pérdidas financieras.
- Continuidad del negocio. Aparte de las pérdidas, un incidente de seguridad grave puede interrumpir las operaciones normales de una empresa, lo que afecta negativamente su productividad y rentabilidad. Por esa razón, una protección adecuada ayuda a actuar con más presteza y capacidad frente a los desafíos inesperados.
- Confianza del mercado y de los clientes. Por un lado, los consumidores están cada vez más preocupados por la protección de sus datos personales y financieros. Y por otro, si consideran que una empresa proporciona las medidas de seguridad adecuadas, la situarán por delante en sus preferencias.
- Cumplimiento legal. Las empresas deben cumplir regulaciones y leyes específicas relacionadas con la seguridad –dependerán del sector– y si no lo hacen se enfrentan a sanciones económicas.
Consejos de seguridad para empresas
Dados los diversos escenarios a los que se tiene que enfrentar una empresa para conseguir una seguridad integral a todos los niveles, ofrecer recomendaciones resulta complicado. No obstante, a continuación apuntamos los consejos más habituales:
- Instalaciones de sistemas de seguridad que protejan tanto el perímetro como el interior. En este caso, lo más adecuado es contar con un sistema de alarma para negocios que garantice una protección las 24 horas del día.
- Establecer políticas y procedimientos claros en materia de seguridad y asegurarse de que todo el personal los conozca y cumpla. Para ello será esencial la capacitación de los empleados.
- Mantener los sistemas informáticos actualizados.
- Realizar copias de seguridad de los datos críticos y almacenarlas de manera segura.
- Implementar sistemas de monitorización para detectar cualquier tipo de actividad sospechosa o no autorizada.
En definitiva, la seguridad en una empresa debe plantearse desde una perspectiva global e integral, ya que solo de ese modo se mantendrán protegidos los activos que conforman los pilares sobre los que se sustenta.
