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Las alarmas de intrusión son, en líneas generales, aquellas cuyo cometido es detectar y alertar de la presencia de intrusos dentro de su radio de acción. Se trata del tipo de alarmas para casas que se utiliza para evitar robos, okupaciones ilegales y toda clase de allanamientos.

La instalación de alarmas de seguridad pueden darse tanto en negocios como en viviendas particulares, fincas de vecinos, oficinas, almacenes, fábricas… y resultan de una gran utilidad si lo que se busca es garantizar la seguridad.

Las de intrusión pueden instalarse conjuntamente con otro tipo de alarmas, como por ejemplo las de incendios.

Instalación de una alarma de intrusión

Instalar una alarma de intrusión de forma eficaz no es una tarea sencilla. Requiere un estudio previo del entorno para tratar de que el 100% del espacio esté adecuadamente protegido. Lo más recomendable es recurrir a expertos en la materia que valoren todos los riesgos, analicen todas las posibilidades, expliquen cómo funciona una alarma de casa o negocio y planifiquen de manera óptima los lugares en los que se emplazarán cada uno de los componentes del sistema y qué clase de componentes y tecnologías formarán parte de dicho sistema. 

De este modo, se evitará que la alarma de intrusión falle y que pueda ser desactivada o burlada con facilidad.

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Componentes de una alarma de intrusión

Una alarma de intrusión normalmente consta de tres elementos fundamentales: los sensores capaces de detectar la presencia de los intrusos, la centralita que recibe la información de los sensores y, finalmente, una sirena que emite un sonido de alerta.

En primer lugar, los sensores. Se trata de un conjunto de dispositivos capaces de detectar la presencia de intrusos en sus inmediaciones, como detectores de movimiento, sensores de apertura de puertas y ventanas, detectores exteriores… Es importante que se encuentren situados de modo que se garantice la cobertura total de la zona.

En segundo lugar, la centralita, la cual recibe toda la información captada por los sensores y envía, en caso de que fuera necesario, una señal tanto a la Central de Alarmas (en la cual, siempre que se contraten sus servicios, habrá alguien las 24 horas pendiente para avisar a las autoridades si fuera necesario), como a la sirena, el tercer elemento básico del sistema de alarmas.

La sirena emitirá un sonido de alerta por orden de la centralita para cumplir dos objetivos: hacerle saber al intruso que ha sido detectado, y hacerle saber a los propietarios del inmueble que alguien está intentando acceder a él sin permiso.

Además de estos tres componentes básicos, una alarma de intrusión puede incluir un buen número de dispositivos adicionales cuyo uso será más o menos recomendable dependiendo de cada situación. Entre ellos, destacan las cámaras de videovigilancia, los sistemas capaces de controlar los accesos de los inquilinos del inmueble, los sensores perimetrales o incluso generadores de humo para dificultar la visibilidad de potenciales ladrones.

En definitiva: un arsenal tecnológico que, si se utiliza de la manera adecuada y bajo las directrices de especialistas del sector como los de Securitas Direct, pueden ayudarte a hacer que tu hogar o tu negocio sean entornos verdaderamente seguros y libres de visitantes no deseados.