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El fenómeno de la ocupación se ha revelado en los últimos años como uno de los que más inquietud provoca a los españoles. Así lo señala una reciente encuesta de la Organización de Consumidores y Usuarios, según la cual el 2% de las personas entrevistadas había sufrido una ocupación en los últimos cinco años y para un 34% del total de los encuestados este delito suponía “un problema importante”.

Y vinculado a este delito es muy probable que en los últimos meses hayas escuchado un concepto cada vez más extendido. Estamos hablando de la inquiokupación. ¿Quieres saber en qué consiste y qué puedes hacer si un inquiokupa se establece en tu propiedad? Te lo contamos.

¿Qué es la inquiokupación y cómo funciona?

La inquiokupación sucede cuando un inquilino legalmente arrendado deja de cumplir con las obligaciones contractuales, principalmente el pago de la renta, y se mantiene residiendo en la vivienda a pesar de no tener derecho a hacerlo.

Al contar con un contrato de arrendamiento, los procedimientos legales para desalojar a un inquiokupa son mucho más largos que en el caso de la okupación, donde no existe un contrato que legitime la presencia del ocupante. Además, son muchos los casos en que el inquiokupa se encuentra en una situación vulnerable, lo que complica aún más la situación.

Inquiokupación VS okupación

La diferencia principal entre inquiokupación y okupación reside en la manera en que el ocupante accede a la vivienda. En el caso de la inquiokupación, la persona entra de manera legal mediante un contrato de alquiler, pero luego deja de efectuar el pago. En la okupación, sin embargo, el individuo o grupo de personas accede a la propiedad sin permiso del propietario, violando el derecho de propiedad desde el primer momento.

Otra diferencia muy significativa es que, en el caso de la okupación, los procedimientos legales son más ágiles para el desalojo, ya que no hay un contrato de por medio que proteja al ocupante. En la inquiokupación, en cambio, se debe seguir un proceso judicial más prolongado para rescindir el contrato y obtener una orden de desalojo. El inquiokupa puede aprovecharse de vacíos legales y de la lentitud de los procesos judiciales para alargar su estancia en la vivienda, generando una situación de abuso para el propietario.

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¿Cómo detectar a un inquiokupa?

Antes de que se produzca el cese del pago es complicado identificar que este se vaya a producir. Pero existen ciertos indicadores que pueden ayudar a prevenirlo o detectarlo. Te dejamos algunas señales frecuentes que pueden hacerte sospechar:

No justificar la procedencia de sus ingresos

Uno de los indicios más claros de que un inquilino podría convertirse en un inquiokupa es que la documentación que te presenta al firmar el contrato no es muy clara. Como propietario siempre has de solicitar pruebas fehacientes de ingresos estables, como nóminas o declaraciones de renta. En este mismo sentido, si alguien te propone pagar varios meses por adelantado para ganarse tu confianza sin presentar documentos que te puedan indicar de dónde procede ese dinero, es recomendable que insistas en que todo siga las pautas legales.

Retrasos frecuentes en el pago de la renta

Los retrasos recurrentes en los pagos, especialmente sin una razón justificada, pueden ser una señal temprana de que el inquilino podría estar comenzando un proceso de inquiokupación

Insistencia en que las facturas de los suministros estén a nombre del propietario

Otra señal sospechosa es que se nieguen a tener a su nombre las facturas, ya que, de este modo, en caso de que se convierta en un inquiokupa no tendrá que realizar el pago para mantener el servicio.

Dificultades para contactar con el inquilino

Si el inquilino comienza a evitar la interacción, no responde llamadas ni mensajes o está constantemente ausente cuando se intenta localizarlo, puede ser una señal de alerta de que está intentando prolongar su estancia sin hacerse cargo del pago.

Qué hacer si tenemos un inquiokupa

En el caso de que nos enfrentemos a esta situación, lo más importante es actuar con rapidez y seguir los procedimientos legales. Lo primero que se debe hacer es contactar a un abogado especializado en derecho inmobiliario, quien pueda guiar al propietario en los pasos a seguir. Es importante no intentar desalojar al inquiokupa de manera forzosa o sin una orden judicial, ya que esto podría tener consecuencias legales para el propietario.

Además, es recomendable mantener un registro de todas las interacciones con el inquiokupa, así como de los pagos recibidos y las notificaciones enviadas. Esto será un punto clave si hay que presentar una demanda ante los tribunales.

Cómo echar a un inquiokupa

El proceso para desalojar a un inquiokupa suele implicar una demanda judicial por incumplimiento de contrato. Esto puede tomar tiempo, ya que los tribunales deben evaluar cada caso y emitir una orden de desalojo. Una vez obtenida la orden, se procede al desalojo con la asistencia de las autoridades. Para evitar llegar a esta situación, algunos propietarios optan por incluir cláusulas específicas en el contrato de alquiler.

Y si lo que más te preocupa es que tu propiedad sea okupada por la fuerza, la mejor protección para reducir el riesgo es contar con nuestra alarma anti okupas, que cuenta con tecnología de grabación de imágenes que pueden ser facilitadas a la Policía como prueba y tecnología ZeroVision para expulsar al intruso en segundos.