Aunque para muchas personas se trate de una estancia de película, las habitaciones del pánico han ganado mucha popularidad y se han convertido en un elemento de seguridad más que los propietarios de un inmueble instalan en su hogar. A fin de cuentas, no es necesario ser Jodie Foster en la célebre película de David Fincher para contar con una habitación blindada tanto en casa como en el negocio.
¿Qué es una habitación del pánico?
Quizás la denominación de habitación blindada resulte más ilustrativa de lo que son estas estancias que el nombre habitual por el que son conocidas. Por lo tanto, podemos definirla como un espacio situado en el hogar y preparado para evitar la entrada de asaltantes y ladrones.
Para lograrlo, suele estar oculta y ser de fácil acceso para los inquilinos. Sin embargo, a quienes desconocen la casa, no les resultará sencillo hallarla… y mucho menos asaltarla. Sus paredes están blindadas y desde su interior es posible contactar con las fuerzas de seguridad. De hecho, lo más habitual es que tengan un botón de emergencias con el que pedir ayuda en caso de peligro.
Además de salvaguardar a los inquilinos ante cualquier asalto, en ella se pueden guardar los objetos de mayor valor y las pertenencias que necesitan una custodia especial. De este modo, los delincuentes no podrán acceder a ellas con facilidad.
¿Cómo funciona una habitación antipánico?
El uso de una habitación antipánico es relativamente sencillo para el usuario. El primer paso es que los inquilinos de la casa deben conocer la ubicación, cómo entrar y cómo cerrarla. A partir de ahí, las habitaciones del pánico están preparadas para ponerlos a salvo de cualquier peligro.
Por regla general, cuentan con un sistema de vídeo que les permitirá observar lo que sucede fuera de la habitación blindada. De ese modo, los asaltantes estarán controlados en todo momento. Además, dentro habrá el citado botón del pánico para solicitar ayuda rápidamente, así como un teléfono para poder ponerse en contacto con el exterior.
Elementos de una habitación del pánico
Además del circuito cerrado de cámaras de seguridad y de la línea telefónica individual –no puede ser la misma que la del resto de la casa–, en las habitaciones antipánico suele haber otros elementos habituales:
- Puertas preparadas para que nadie pueda acceder. Estas pueden ser blindadas a partir del Grado 3, metálicas de seguridad o acorazadas. Estas últimas son las que mayor seguridad proporcionan.
- Las paredes han de estar reforzadas con materiales tan resistentes como el hormigón o planchas metálicas.
- Si la habitación cuenta con ventanas o persianas, deben ser de alta seguridad y estar automatizadas. De ese modo se abrirán o cerrarán sin necesidad de que el inquilino tenga que hacerlo.
- Además de todo esto, una habitación del pánico ha de incluir un inodoro por si la estancia se alarga, así como los elementos que hagan posible estar cómodos. También es recomendable que disponga tanto de sistemas como de mascarillas antigás.
- Si cuenta con un panel de control domótico, el uso de los diferentes elementos del hogar será más sencillo.
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Ventajas de construir una habitación del pánico
Las habitaciones del pánico tienen una ventaja principal y obvia: ofrecen a los inquilinos de una vivienda o a los integrantes de un negocio un lugar donde se sentirán completamente a salvo ante un posible asalto o robo.
La protección que aportan es tal que su sola existencia proporciona una gran tranquilidad ante la posibilidad de que se produzca alguno de los episodios desafortunados ya expuestos. Además, al contar con una vía de comunicación con el exterior, especialmente con las fuerzas de seguridad, existe una mayor sensación de que cualquier asalto se va a resolver rápidamente y de manera satisfactoria.
Por otro lado, también hay que señalar una ventaja muy significativa. Y es que una habitación blindada se puede considerar una caja fuerte gigante. Por lo tanto, se pueden guardar en ella los objetos de valor que, a la postre, suelen ser el principal motivo de que los ladrones se cuelen en un inmueble.
Finalmente, aunque sea mucho menos frecuente, las habitaciones antipánico también proporcionan un extra de seguridad en caso de que se produzca alguna catástrofe natural como un huracán o un terremoto.
Precios de una habitación blindada
Si nos preguntamos cuánto cuesta una habitación blindada, las respuestas pueden ser de lo más dispares, ya que son muchos los elementos que se han de tener en cuenta y que provocan que los precios se contengan o se disparen. En este sentido, dependerán de los siguientes factores:
- La calidad de las puertas y de las paredes. Dependiendo de las necesidades de cada usuario, se instalarán unos u otros modelos y, claro está, el precio puede llegar a ser muy diferente.
- El tamaño de la estancia también importa por el simple hecho de la instalación de más materiales.
- Los accesorios varían sus costes, así como los lujos que se incorporen a la habitación.
Alternativas a las habitaciones del pánico
A pesar de ser un sistema de seguridad muy efectivo, las habitaciones blindadas tienen costes elevados y no todas las viviendas o negocios cuentan con el espacio adecuado para dedicar una estancia a ellas.
Esto no quiere decir que el resto de inmuebles no dispongan de alternativas interesantes que sustituyan a las habitaciones del pánico. Un buen ejemplo de ello son los botones de emergencia como el de Securitas Direct, que proporciona una seguridad adicional a sus sistemas de alarmas, acompañando al cliente incluso cuando sale fuera de casa.
El botón de SOS, que forma parte del servicio Guardián Verisure, se puede utilizar cuando se produce una intrusión en el inmueble y el usuario se encuentre dentro, cuando haya peligro para su seguridad y se requiera ayuda de las autoridades o cuando otra persona en el interior de la casa necesite ayuda.
Si se tratase de un negocio, se podría instalar un botón antiatraco.
Con los botones se establecen contactos inmediatos con la CRA (Central Receptora Alarmas) de Securitas Direct para resolver el problema lo antes posible.