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El monóxido de carbono es uno de los gases más peligrosos que existen, una circunstancia que coincide con que es muy habitual encontrarlo en pequeñas cantidades. No en vano, puede emanar de cualquier aparato que utilice la combustión para generar energía. Esto también provoca que puedan darse situaciones peligrosas cuando el nivel de CO (su fórmula química) es demasiado elevado. Para evitar este riesgo es necesario contar con un detector de monóxido de carbono.

Qué es el monóxido de carbono

Ahondando en las características del monóxido de carbono se puede decir que es un gas incoloro, inodoro e insípido que se produce como resultado de la combustión incompleta de materiales que contienen carbono. Se trata de una sustancia tóxica que puede provenir de fuentes como estufas, calentadores de agua, sistemas de calefacción y, claro está, vehículos. Debido a que su naturaleza es imperceptible, puede representar una amenaza muy seria para nuestra salud, ya que inhalarlo en grandes cantidades puede suponer incluso la muerte de una persona.

 Síntomas de intoxicación por monóxido de carbono

Como acabamos de apuntar, la intoxicación por monóxido de carbono puede ser mortal si no se evita la exposición excesiva. Los síntomas iniciales son similares a los de la gripe, aunque será complicado confundirlos porque aparecen de repente. Estamos hablando de dolores de cabeza, mareos, náuseas, confusión y debilidad generalizada. Así pues, detectar rápidamente que se está produciendo una intoxicación será esencial para que el cuerpo no sufra una excesiva exposición que pueda tener consecuencias peores.

 ¿Dónde instalar un detector de monóxido de carbono?

Para evitar el peligro que supone una exposición constante al CO, es recomendable contar con un detector de monóxido de carbono. Así se decidió a mediados de los años 80, cuando se promulgó el Real Decreto 2367/1985, de 20 de noviembre, por el que se establece la sujeción a especificaciones técnicas de los equipos detectores de la concentración de monóxido de carbono.

En él “se declara de obligado cumplimiento dentro del territorio del Estado Español, para los equipos detectores de la concentración de monóxido de carbono, la Norma UNE 23-300-84 «Equipos de detección y medida de la concentración de monóxido de carbono», A partir de la entrada en vigor de este Real Decreto, únicamente podrán instalarse los equipos que cumplan la citada Norma”. Además, el Real Decreto expone lo siguiente: “La fabricación o importación de equipos destinados al control de la concentración de monóxido de carbono en locales, exigirá la previa homologación de sus tipos por el Ministerio de Industria y Energía”.

Dada esta obligatoriedad, será clave conseguir una buena ubicación para los detectores de monóxido de carbono pues solo de ese modo se conseguirá una detección efectiva. Por lo tanto, hay que fijarse en aquellas zonas en las que se corre un mayor riesgo de escape o de concentración de CO que pueda ser perjudicial para los seres humanos. Éstas son las principales:

  • En las áreas cercanas a las fuentes de combustión. Como se puede deducir, la instalación de detectores en áreas próximas a las fuentes de combustión es crucial. Es decir, estufas, calentadores de agua y sistemas de calefacción son lugares comunes donde se puede generar monóxido de carbono.  Como consecuencia, colocar un detector cerca aporta una capa adicional de seguridad. En este punto también hay que mencionar las calderas o los generadores de energía en aquellos hogares donde estén presentes.
  • En garajes. No cabe duda de que los automóviles son una de las principales fuentes de monóxido de carbono que hay. Al quemar la gasolina o el gasóleo, se expulsan gases contaminantes, entre los cuales el CO resulta especialmente peligroso en grandes cantidades. De hecho, si un garaje está cerrado y hay un coche en marcha, el aire se viciará de tal modo que puede llegar a ser mortal tras una larga exposición. Por esa razón, colocar un detector de monóxido de carbono cerca de la entrada al garaje ofrece una advertencia temprana para airear la zona lo antes posible.
  • En cada piso de una vivienda. Si un inmueble cuenta con varios niveles, es recomendable cubrir todos ellos, ya que el monóxido de carbono se expande con facilidad.

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 ¿Dónde no instalar un detector de monóxido de carbono?

Aunque los detectores de monóxido de carbono son esenciales para evitar cualquier intoxicación con este gas, hay estancias donde no conviene su instalación. Entre ellas podemos destacar las siguientes:

  • Zonas donde las temperaturas son muy elevadas. Si bien hay que colocar los detectores cerca de las fuentes de combustión, no hay que situarlos junto a ellas cuando estas generan temperaturas muy altas, ya que eso podría afectar a su funcionamiento.
  • Cocinas y baños. En ambos lugares se pueden acumular el vapor o la humedad debido al agua caliente. Estas condiciones entorpecen la labor de los dispositivos hasta tal punto que pueden provocar falsas alarmas o incluso averías.

¿Cuándo es necesario un detector de monóxido de carbono?

En la actualidad no es obligatorio contar con detectores de monóxido de carbono en el hogar. Sin embargo, en aquellas viviendas donde haya fuentes de combustión, es recomendable disponer de uno de estos equipos. Hablamos de hogares que usen gas natural, que tengan chimeneas o estufas de leña, o que tengan un garaje adjunto y comunicado directamente con la zona habitada. En definitiva, el uso de estos detectores debe tenerse en cuenta cuando existe un riesgo. A fin de cuentas, como reza el dicho, más vale prevenir que curar.

¿Es obligatorio un detector de CO en casa?

Ya hemos apuntado que en España no es obligatoria la instalación de un detector de CO en casa, aunque sí puede mejorar nuestra seguridad. Colocar estos dispositivos en lugares estratégicos ayuda a proporcionar una detección temprana de posibles amenazas, tal y como ocurre con los detectores de humo. Estos tampoco son obligatorios, pero aportan una protección adicional en caso de incendio que no debemos pasar por alto, pues pueden ser esenciales para salvaguardar la vida de quienes viven en una casa.