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La presencia de un sistema de alarma es una herramienta sumamente eficaz para disuadir a los posibles intrusos que quieran perpetrar la seguridad de un inmueble. De hecho, es tal su efectividad que la simple colocación de una placa disuasoria de alarma supone un elemento esencial para “convencer” a esos delincuentes de que no es buena idea que lleven a cabo sus fechorías.

Por esta razón, no son pocos los propietarios que tratan de aprovechar ese efecto sin llegar a instalar realmente una alarma. Para ello colocan una placa falsa con la que intentan conseguir el deseado efecto. Ni que decir tiene que esa medida no resulta efectiva y que, además, puede llegar a ser motivo de sanción.

El negocio ilegal de las placas disuasorias

Cuando hablamos de placas disuasorias falsas lo estamos haciendo de dos tipos muy diferentes: por un lado se encuentran aquellas que avisan de la presencia de una alarma con diseños basados en las placas reales pero en las que no se menciona ninguna compañía; y por otro, encontramos las que avisan de la presencia de un sistema de vigilancia gestionado por una compañía sin que lo tengan contratado. Como se puede imaginar, las primeras no son ilegales –aunque sí poco efectivas–, algo que no ocurre con las segundas, pues su colocación infringe la legislación vigente.

¿Puedo poner pegatinas de alarma sin tenerla?

Tal y como ya hemos explicado en Securitas Direct nos pueden multar por tener una pegatina de alarma sin tenerla: “Los usuarios que colocan distintivos falsos en los que se utilizan marcas de seguridad están cometiendo un delito contra la propiedad industrial o intelectual, además de utilizar de manera indebida una marca registrada. A esto se añade el hecho de que si el cartel disuasorio señala la existencia de un sistema de videovigilancia, incurrirán en un delito contra la mencionada LOPDGDD”.

En este punto hay que recordar que no hay sanciones por poner una pegatina de alarma convencional, es decir, una en la que no se mencione a una empresa de seguridad homologada. A fin de cuentas, aunque estas placas pueden parecer auténticas a simple vista, carecen de la protección real que ofrecen los sistemas de seguridad contratados. Y es que el negocio ilegal de placas disuasorias se alimenta de la creencia de que la mera presencia de una de ellas puede ser suficiente para disuadir a los ladrones. Sin embargo, esta ilusión de seguridad mantiene la vulnerabilidad de las propiedades.

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Placas disuasorias ¿qué elementos incorporan?

>A continuación, para entender mejor las diferencias entre las placas de alarma reales y las falsas, es esencial analizar los elementos que suelen incorporar las reales, ya que están diseñados para transmitir de manera efectiva la autenticidad del sistema de seguridad.

Nombre y logo de la empresa

Las placas de alarma auténticas llevan siempre el nombre y el logotipo de la empresa de seguridad que proporciona el sistema. Esto no solo ayuda a autenticar la existencia de la alarma, sino que también puede ser un factor disuasorio adicional, dado que los ladrones pueden reconocer marcas de renombre y optar por evitar propiedades protegidas por ellas. Como cabe suponer, son los primeros detalles que los fabricantes de placas ilegales replican, pues el objetivo es que los intrusos no se acerquen a comprobar su autenticidad y desistan de su empeño cuando las vean colocadas a lo lejos.

Número de teléfono de la empresa de seguridad

Otro elemento común en las placas auténticas es el número de teléfono de la empresa de seguridad. Este detalle permite a cualquier persona ponerse en contacto para avisar de un posible robo.

Dirección de la página web

Esta información es similar a la anterior. Muchas de las placas incorporan la dirección web, pues cuentan con presencia online.

Servicios que proporciona

Una de las partes más importantes de las placas o pegatinas disuasorias es la que expone los servicios fundamentales que el sistema de alarma proporciona. La más habitual es la de seguridad y vigilancia las 24 horas, aunque puede haber otras como la de grabación de imágenes (en caso de que cuente con videovigilancia), la de aviso inminente a las autoridades o la de detector de inhibidores, por poner solo unos ejemplos.

Cómo detectar carteles de alarma falsos

Dada la presencia de placas de alarma falsas, es interesante saber cómo detectarlas. Por un lado, por si alguien se convierte en víctima de algún fraude, y por otro, para saber cómo los delincuentes pueden detectar que realmente no hay ningún sistema de alarma instalado, lo que les da vía libre al interior del inmueble:

  • Faltan detalles específicos. Las placas falsas a menudo carecen de alguno de los detalles propios de aquellas que proporcionan las empresas especialistas en seguridad y que hemos apuntado anteriormente. Así pues, si la placa parece incompleta, es probable que sea falsa.
  • Errores de ortografía y diseño, así como una impresión poco nítida.
  • Materiales de baja calidad. Tanto un brillo defectuoso como la resistencia limitada a algunas condiciones climáticas dejan muy claro que se trata de una placa disuasoria falsa.
  • Falta el número de autorización. Por supuesto, la ausencia del número de autorización de la DGP es una señal clara de que la placa puede ser falsa.

Beneficios de tener una placa disuasoria al contratar una alarma

Como cabe suponer, el principal problema de colocar una placa disuasoria falsa es que los posibles intrusos lo sepan. Y esto es algo muy común, puesto que los delincuentes suelen analizar antes las opciones que hay para llevar a cabo sus actos y, claro está, distinguen a la perfección una pegatina o placa falsa de una verdadera. Respecto a estas últimas, proporcionan beneficios muy claros a las personas que han contratado un sistema de alarma:

  • Disuasión efectiva. Al contrario que las falsas, una placa de alarma genuina puede disuadir a los posibles intrusos, ya que la presencia de un sistema de seguridad visible eleva el peligro a ser descubiertos y capturados, con lo que ello conlleva. Además, esto evita la activación del propio sistema de manera innecesaria.
  • Autenticidad. Una placa con el nombre de una empresa de seguridad reconocida agrega autenticidad y credibilidad al sistema, brindando tranquilidad tanto al propietario como a los vecinos en caso de que los haya.
  • Consecuencias para el infractor. Ante un acto ilegal, demuestran que el intruso fue advertido con antelación y que, por lo tanto, habrá de asumir las consecuencias de su delito.

En definitiva, la colocación de placas de alarma falsas no solo es contraproducente, sino que también puede acarrear problemas legales en caso de apropiarse de la imagen de una compañía de seguridad. Asimismo, las placas y pegatinas reales incrementan la seguridad porque disuaden a todo tipo de intrusos, desde los eventuales, hasta los delincuentes profesionales.